Plasmando en papel mi necesidad de concreción.
Mi
 disconformidad con el sistema de colores surge ante la necesidad de 
plasmar un concepto básico en cuanto a matices se refiere.
Bien, para poder ampliar la complejidad del tema cabe estudiar en profundidad las bases ya creadas. 
Breve explicación para mentes inquietas 
Semáforo: chintófono que, según el color que muestra, indica tu posibilidad o no de avance.
Dicho
 esto, debo incluir que no tengo información sobre la incorporación de 
mi idea en el funcionamiento del semáforo material (reales son los dos) 
en el sistema de tráfico, pero probablemente haga participe de mi 
investigación esta información que ahora me ha creado inquietud.
En
 cuanto a verde y rojo no hay ningún problema. Los conceptos están 
claros. A libre elección. Aunque debe dar bastantes comeduras de cabeza 
estacionarte en un color u otro.
¿Pero que pasa con los tonos intermedios?
En
 un principio debemos dar gracias a que existan, a que alguien los haya 
inventado. Los matices son, imagino, que la gran causa del nacimiento de
 estos. ¿Acelerar o frenar? En cuestión de unos segundos la orden 
cambia. ¿Está el conductor preparado para tomar una decisión en ese 
ímpetu de tiempo?
Amarillo; nuevo abanico de posibilidades.
El amarillo no es ni verde, ni rojo. ¿Qué hacer en ese caso?
Ni
 el verde o rojo te obligan a obrar de una forma determinada. Los 
semáforos no imponen ordenes ni ideas. Pero si te los saltas debes estar
 preparado para asumir la responsabilidad de tu decisión. Por otro lado 
si que marcan (idílicamente, esa sería la idea de funcionamiento 
perfecto) la posición que puedes adoptar y no equivocarte nunca. La 
adaptación a las leyes del semáforo son al fin y al cabo, conformidad 
con un sistema establecido. Romper con la magia del riesgo.
Pero siguiendo en mi linea de (en un principio) integración con el método coloril, los matices son necesarios.
La
 definición de amarillo (en mi opinión), esta rota. En si carece de 
sentido práctico. (Esto ya para expertos en el tema) Esta planteada en 
el más sentido físico que puede existir. Y eso para tomar decisiones no 
sirve. 
La
 idea transmitida de amarillo es confusión para el conductor. Toda la 
decisión de avance recae plenamente en él. Y eso no creo que sea justo.
Estoy en amarillo. Toma decisiones. O no las tomes, por precaución. Decidme ¿no es un gran follón? 
No
 se le da permiso al semáforo para imponer sus pensamientos en el juego.
 Es simplemente una realidad material. ¡Rompamos con lo material!
Por
 eso propongo la disgregación del amarillo. Las graduaciones son 
difíciles, llevan su tiempo. Y los matices son necesarios pero deben 
estar posicionados. ¿Derecha o izquierda? Centro. ¿Centro? ¿Pero centro 
derecha o centro izquierda? Y aquí entra el discurso del sentido común. 
El que no se posiciona o esta en contra del sistema o no tiene opinión. 
La vida es posición. Posición y oposición.
Amarillo intermitente, amarillo transitorio. Impongamos a los amarillos mostrar sus sentimientos de avance.
Reflexión sobre o semáforo, na Cósmica de 2014. 
 
 
 
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