Hace unos días hubo una interesantísima formación-debate desde una perspectiva antropológica sobre el uso de tecnologías y metodologías en los proyectos de ESF, donde tuvimos el placer de contar con la aportación de José Manuel, que además de profesor de prehistoria en la USC es un antropólogo apasionado investigador de las tecnologías tradicionales.
Se plantearon dos ideas base, además de unas cuantas cuestiones profundas que inevitablemente fueron surgiendo:
- Elaborar un banco de experiencias negativas y problemas de implantación de una tecnología y posibles soluciones, con pequeñas fichas publicables. De lo que se habló en este punto tratará esta entrada.
EXPERIENCIAS NEGATIVAS Y PROBLEMAS
Letrinas: es un elemento con el que ESF trabaja como solución barata al saneamiento en zonas rurales. Hay muchos modelos, sin embargo se pueden dar tasas bajas de utilización por diversos problemas (que incluso se relacionaron con los que se daban en la Galicia de hace no tantos años).
- No se usa por ser demasiado bonita
- Por un problema anatómico de pasar de un uso en cuclillas a sentado, que puede ser complicado el acostumbrarse (e incluso se han dado casos de acuclillarse encima de la taza).
- Por el manejo de las excretas que se pueda hacer (que se las roben y hagan brujería, por ejemplo)
- Por pudor o asco (otro estuvo aquí antes, lo cual en “el monte” no se tiene esa sensación).
- Miedo a agresión nocturna o dificultad de llegar si está algo separado de la casa y poco iluminado (en algunas de las instaladas en Honduras hubo este problema a pesar de emplear las letrinas de cierre hidráulico, que no generan olor)
- Dificultad de manejo de las excretas en el caso de algunos modelos y culturas que las empleen para abono. En otros casos, como el modelo de letrina abonera, el problema es el contrario al no gustar mucho la idea de usar excretas humanas como abono.
Problemas con elementos electrónicos que implican llevar sistemas desde aquí que no estén adaptados a enchufes, tensión eléctrica, etc. y tampoco se cuente con técnicos capacitados para su reparación ni piezas.
Caso de la instalación de lavaderos familiares sustituyendo a los comunitarios, donde se les priva a las mujeres del que muchas veces es su único espacio de esparcimiento y socialización. Este caso se menciona muchas veces también en el caso de la instalación de sistemas de agua familiares o muy cercanos a las casas, donde también se priva a las mujeres de ese espacio de ir a por agua con otras mujeres. El problema se da a veces en que nos quedamos con la idea de haber acercado un servicio básico ha sido intrínsecamente perjudicial para un grupo de personas y que sería mejor no haberlo hecho. Realmente, el problema no fue de la finalidad sino de la manera que se abordó esta carencia. Si no se trabaja con los diversos grupos según sus necesidades concretas y previendo como puede verse afectado su día a día pueden ocurrir estas cosas, no es sólo llegar y que la gente excave para colocar tuberías (eso no es lo único que hace que la gente se empodere y se apropie del proyecto). Y si no hay recursos para intentar que las mujeres consigan un espacio de esparcimiento alternativo o no se ve ninguna posibilidad de que culturamente se consiga entonces quizás haya que plantearse soluciones técnicas más sutiles como cantareras más cerca de las casas aun no siendo familiares o puede que las propias interesadas den con la solución si están implicadas en el proceso del proyecto.
Ya en un plano más filosófico, se da mucho el problema de que el tomarse la ayuda al desarrollo como donación da lugar a problemas. En general la gente quiere aportar contrapartidas cuando se les “regala” algo (se ponía el ejemplo del amigo de cañas con dinero que paga la ronda de whisky y el resto no puede compensarle, con lo que se crean situaciones incómodas), o en ocasiones acaban por no moverse si no hay regalos de por medio (o está el típico gorrón de las rondas). ¿Cómo encontrar la motivación y la movilización? ¿Cómo superar esas asimetrías entre “beneficiarios y donantes”? En cualquier caso, se trata de tener siempre en mente que no son regalos ni donaciones, se trata de un imperativo ético y moral (y para muchos también se trata de una deuda histórica y ambiental). Y debe basarse en un apoyo o fortalecimiento de capacidades o de sensibilización ante problemas que a veces no son vistos como tal. Lo mismo ocurre con el problema de que a veces se pretende llevar modelos utópicos europeos a otros lugares, pero se lleva también ideología y cambios traumáticos en la cultura. Se comentó sin embargo que en todo caso hay una base ética que sí se puede considerar común en todos los lugares a pesar del relativismo cultural (esto puede ser criticado por los relativistas o por los “no intervencionistas absolutos”). Esta base ética últimamente se saca del enfoque de derechos http://www.revistapueblos.org/spip.php?article834 .
Se convino que en ocasiones hay soluciones tecnológicas (incluyendo técnicas y metodológicas) que pueden en un principio no encontrar apoyos. La clave en esto es mejor las pruebas piloto pequeñas para testear posibles problemas y para en el caso de lograr un funcionamiento adecuado y un empoderamiento por la población, entonces difundirlo. Siempre es más fácil imitar modelos que están funcionando y se vence la desconfianza inicial, lo difícil es encontrar estos pioneros. Además, si una tecnología fracasa será tanto más complicado que se vuelva a usar en la zona cuanto más implicados hubiera en ese primer intento de utilización de la tecnología.
Como véis, la perspectiva antropológica es clave en las acciones de cooperación para el desarrollo (hasta hablamos de que toda ONGD debería tener su “antropólogo de cabecera”).
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1 comentario:
Boa reflexión filosófica que as veces non se visibiliza. Noraboa!
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